En una sociedad llena de comodidades, en la que prácticamente en todo momento tenemos cualquier necesidad cubierta a nuestro alcance, nos conduce al hecho de pensar que nada nos va a cambiar nuestra «cómoda seguridad», y nos aleja erróneamente, que un giro de la vida o alguna catástrofe a nosotros, jamás nos puede llegar a suceder.
Pero la realidad es otra, y como todos los humanos hemos podido comprobar en los últimos años, nadie es inmune a enfrentarse a diversas situaciones límite derivadas de eventos ajenos totalmente a nuestro alcance. Por tanto el hecho de estar mínimamente preparados y poseer unos conocimientos básicos de SUPERVIVENCIA, no solo nos van a servir y ayudar a gestionar en multitud de ocasiones con determinación cuál es la mejor salida al problema, si no que en muchas circunstancias nos ayudarán a reaccionar con un autocontrol mucho más equilibrado y sereno, y poder llegar a salvar incluso nuestra vida, o la de otras personas.